El factor emocional en el trabajo
Hasta hace relativamente poco tiempo, digamos hasta muy avanzado el siglo XX, la vinculación de la mayoría de las personas con su trabajo no pasaba de esperar conseguirlo sin demasiado esfuerzo, mantenerlo cumpliendo con lo estipulado en su contrato y jubilarse con una pensión decente.
Ahora, en el siglo XXI, las cosas han cambiado. Las personas que hoy se incorporan al mercado laboral demandan de las empresas mucho más que el salario. Hoy, a pesar de que en los últimos años la situación económica, la reforma laboral y el pescar en río revuelto de muchas empresas, hayan conseguido un retroceso en las condiciones laborales y un aumento de la precariedad que ya dábamos por superado, los trabajadores esperan más que un sueldo.
También las empresas esperan más que el hecho de que el trabajador se limite a cumplir estrictamente con su trabajo, a entrar y salir puntualmente y a cumplir las normas. Esperan del trabajador cosas tales como implicación, compromiso o lealtad, conceptos que se refieren a lo intangible y que tienen que ver más con aspectos emocionales que con la mera ejecución de tareas.