El valor del reconocimiento.Confluir Psicología & Coaching. Psicólogos en Santiago

El reconocimiento es un elemento importante de la motivación, de la automotivación, diría yo, porque cuando alguien nos dice que hemos hecho algo bien o cuando nos agradece una acción, nos sentimos mejor y eso nos impulsa a seguir actuando. El valor que tiene el reconocimiento no siempre está presente ni se aprecia lo suficiente. Cuántas veces hemos echado de menos que alguien reconozca nuestro esfuerzo con una palabra amable o con un gesto de comprensión.

Vemos muchas veces, tanto en la consulta como en el ámbito laboral, como hay personas que llevan años esperando una palabra de reconocimiento. Los padres son la primera fuente de aceptación y aprobación y cuando nos vamos haciendo mayores y vamos socializando, esperamos la aprobación de nuestros profesores, de nuestros amigos y, por fin, el de nuestros jefes y compañeros.

¿Qué sucede cuando en vez de un qué bien lo has hecho o cuánto aprecio tu esfuerzo nos encontramos con un eso es lo que tienes que hacer o un es tu obligación. Sucede que nos sentimos estafados, como si el esfuerzo a pesar de los resultados hubiera sido inútil, como si fuéramos invisibles a los ojos de las personas que nos importan.

Si nos situamos en el otro lado, cuando somos nosotros quienes debemos otorgar ese reconocimiento, muchas veces, parece que nos es más fácil hacer críticas o poner obstáculos que decirle a alguien lo agradecidos que estamos o felicitarle por el éxito alcanzado.

Cuando en las formaciones sobre motivación que impartimos nos hablan de las dificultades para motivar a otros, o mejor, para conseguir que los otros con los que trabajamos se motiven, el reconocimiento, tan fácil, tan a mano y tan barato, pasa desapercibido porque, a menudo, se entiende que la remuneración económica tiene que ser un elemento de motivación suficiente o el hecho de trabajar en una determinada empresa o un departamento concreto.

Todos, en mayor o menor medida, necesitamos que nos reconozcan por nuestro esfuerzo aún cuando los resultados no son los esperados  o por nuestros resultados cuando han sido satisfactorios o, simplemente, porque somos personas dignas de ser queridas aunque no siempre se consigan los objetivos

Foto: Ray Hennessy. unsplahs.com

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