La presión social

Imagen generada por Gemini (IA)
Uno de los factores que más influye en nuestro comportamiento es la presión social. Esta presión que ejercen sobre nosotros y que, consciente o inconscientemente, nosotros también ejercemos sobre los demás, condiciona nuestra forma de pensar y de actuar. La educación que recibimos desde niños constituye la primera forma de presión, la que nos marca las pautas de nuestros primeros comportamientos, los relacionados con la comida y sus horarios y, posteriormente, con el control de los esfínteres y los lugares donde podemos realizar nuestras necesidades.
A partir de ahí, dado que vivimos en grupos y compartimos el espacio y las costumbres con otras personas como nosotros, nuestra infancia se convierte en una adquisición de normas de todo tipo que nos ponen en disposición de relacionarnos con nuestros semejantes adaptándonos a formas y maneras de hacer que nos convierten en individuos aptos para la convivencia.