Cuando decimos que estamos o nos sentimos bloqueados, por lo general, nos referimos a la imposibilidad de encontrar respuestas ante algún dilema, a la incapacidad para generar ideas sobre algún asunto o a la inmovilidad ante alguna circunstancia que requiere nuestra implicación.
Los bloqueos en la vida se pueden producir por muchas causas: la ansiedad que nos genera tener que tomar una decisión, un cambio importante en nuestra vida personal o laboral, un hecho que nos produce un gran impacto o una manera equivocada de abordar un problema, que nos lleva a un pensamiento circular que agota y acaba llevando a ninguna parte.
Otras veces son los efectos del paso del tiempo y la reflexión a que nos llevan, los planteamientos generales sobre lo que queremos hacer con nuestra vida o la repetición de algunas conductas que nos nos conducen a donde queremos ir.
Es necesario salir de esas situaciones de inmovilidad que sólo producen malestar y que se pueden ir cronificando con el tiempo y generando una sensación de incapacidad a la hora de tomar decisiones.
Aprender a definir los problemas y a analizar las situaciones con una perspectiva distinta puede ser un primer paso para salir de los bloqueos.